viernes, 18 de diciembre de 2009

Recordando lo que fui... y lo que sigo siendo


17/08/2006
No tuve ilusión por algo que nunca hubo, que nunca tuve aunque yo pensara estar teniendo. Quizá duela por eso, por haber sido consciente por una parte de que todavía no había empezado del todo aquello que alguna vez yo consideraría mi propia vida, cansada por otra de que todo siguiera siendo igual, por más que siempre prometiera estar a punto de empezar a ser diferente. Y es que, cada mañana me daba aún más cuenta de que para mí el mundo ya no era lo mismo. Se había hecho grande, enorme en todas sus dimensiones, tanto que al fin comprendí que no conocía ni una pequeña parte de él y, es más, que posiblemente no podría llegar a conocerlo nunca. Creció tanto en un instante que no pude imaginar todas sus fronteras dentro de mi cabeza. Es la sensación de haberte hecho mayor. Cuando de repente entiendes que el mundo no es sólo tu hogar, tu jardín, tu cuidad. De pequeña pensaba que sólo existía lo que me rodeaba, tan sólo esa arena en la que yo jugaba, que las hectáreas se acababan cuando mis ojos no llegaban a ver más allá. Todos somos muy ingenuos cuando aún estamos envueltos en ese cuerpo tan pequeño, en esa mente perdida que no ha sido capaz de guardar tantos recuerdos como ahora nos gustaría encontrar. Es ahora tan distinta la vida en la que sí podemos entender, escuchar, sentir y callar cuando de la manera más inconsciente posible empezamos a hacerlo quizá por pura costumbre de reaccionar. Ahora importa el tiempo, antes apenas exisitía. Ahora conoces de lo que antes tanto te hablaron tan sólo para advertirte de que tarde o temprano te cruzarías con ello en tu vida. Ahora sabes que quien te enseñó tenía toda la razón. Ahora sabes que quizá algún día has de ser tú quien tendrá que tratar de enseñar. Ahora sabes que te vas acercando a esa vida adulta que de niña veías tan futura. Sabes que no volverás a ser aquella de la que aún conservas vagos recuerdos en tu memoria imborrable, pero, lo que sí sabes es que aun con el paso del tiempo seguirás levantándote cada mañana pensando en que ocurrirá algo diferente, nuevo, grande, que te hará seguir soñando como cuando eras una niña que se prometió a sí misma no dejar nunca de quererse como era, de amarse a sí misma aunque nadie más la quisiera y pactó sólo con su alma seguir soñando aun con el paso de los años...

No hay comentarios:

Publicar un comentario